- ¿Me quieres?
- Te odio.
- ¿Me odias?
- Te amo tanto, que he deseado ser el mar y tu las olas, para convertir con mi odio y tu amor, un ancantilado lejano, en una playa acariciada por el sol. En la que parejas que sí aceptan su amor, disfruten de mi inmensidad como mar y tu fragilidad como ola.
- ¿Me llegarás a amar?
- Cuando tu puedas abarcar mi inmensidad, y yo pueda solucionar lo de tu cristalina fragilidad, y mania de estamparte contra las rocas.
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