Miro tu sonrisa
tus ojos, tu pelo
Mi rostro sorprendido se crispa de celos
Todos tus gestos, tus manos, tus ansias
sólo hace dos días decías que me amabas
y ahora descargas pasión sobre otro cuerpo.
Digo adiós a la vida y aún furioso
mi corazón te regaló su último latido.
Sigo contemplándote desde la sombra
Has rehecho tu vida con aquella persona.
Mi corazón ya no sufre, ni siquiera late.
la sangre no se agolpa en mis mejillas.
Pero te sigo viendo.
Para siempre.
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